lunes, 26 de marzo de 2018

parece que aún hay esperanza
en el aliento inflamado
de las muchedumbres.

después de todo hay hombres
que compran el pan, barren,
pegan a sus mujeres
y se integran en una
formación política de izquierdas.

parece que hay esperanza
y que los adolescentes
tibiamente nos asquean.

hay paz en las columnas
sobre los polígonos industriales,
en el señor, señor de la tierra,
ángel de hierro,
cuyas garras
de humo gotean hasta el cielo.

debe de haber esperanza:
aún nacen bebés y
partidos políticos,
la gente aún pide
cruasanes para merendar
y noam chomsky sigue haciendo cosas.

varoufakis no está muerto,
cuánto obrero golpeándose
el pecho, declamando
cantos de pan y esperanza,
cantos de ayer y de hoy
para toda la familia cantos,
cánticos para el abuelo y el niño,
para el silencio comunitario:
la respiración
colménica, encogida
de los seropositivos,
que atraviesa la voz
de yanis varoufakis.

habrá esperanza,
suponemos.