sábado, 19 de septiembre de 2015

Dios sabe que soy Isaac

Estoy rodeada por las máquinas Laura
giro en círculos hasta ser un punto insignificante
en la geografía de las caderas de
para huir de ellas.
Es ensordecedor
el tibio lamentar de las lámparas sobre mi cabeza
el arroyo agrio balanceándose desde las caderas de
que me está ahogando.
Estoy rodeada por los tránsfugas Laura
por todos mis dedos
que trepan como vetas sobre la madera pálida
contra mi cuello.
Es un tenedor
contra el diámetro de mis venas sin embargo estrechándolo
para que la sangre no olvide ni se levante enfurecida
contra mí,
la sangre con la que regué los surcos de Lorena por aburrimiento
me está ahogando.
Estoy rodeada por los ácidos, Laura
utilizo el cable del espejo para atar mi vida a los círculos
y vomitar y vomitar y vomitar
para huir de ellos.

Laura, Dios sabe que soy Isaac,
los dedos que me entierran por los ojos,
la sangre que me ensucia las entrañas.