viernes, 18 de noviembre de 2016

luces de navidad incendiando las calles
brillando sobre las caras de los jóvenes
flexibles, hechos de hierro azufre sal
pérdidas brillando contra la sábana oscura
desordenados y polvorientos
y el germen del declive golpeando contra sus costillas.
corren aislados entre el azufre
hundidos en su desnudez autocomplaciente
mientras las nubes suben por el pecho
y la garganta.
"dices esto porque estás enferma,
cubierta de fiebre, envuelta en asco
empapada de leche cálida"
afirmo esto porque estoy enferma
mustia determinada
asqueada febril terriblemente
mojada
soy joven la luz oscura golpea la cara
seré joven eternamente como el resto del mundo
seremos jóvenes eternamente quién lo niega
seremos jóvenes eternamente
la piel brillante toda la vida
dientes toda la vida
cabello largo toda la vida
toda la vida sumisión
desposesión juventud
juventud, fascismo eterno,
caricias lentas y café caro
sexo kink al caer de la tarde.
seremos jóvenes eternamente
quién se atreve a negarlo
¿acaso tú, que corres rítmica
metódica arañándome las venas?
déjame que lo dude.

los seres lactantes

hoy era el día
del brillo y el traje:
los seres lactantes
lo celebran llorando
mordiendo los pechos
tragando la sangre
los seres lactantes de cincuenta años
asquerosos y blancos
encerrados y fríos
tomaron las calles
de los años mediocres
tomaron las calles
que ya poseían
y lo celebraron llorando
sin conciencia de historia
de épica posmodernista
a mordiscos mataron
con las manos limpias
las manos naranjas
las manos...

el día era hoy
hoy es el día del apaleamiento
los niños lo cantan
en todas las calles
con el cuello sangriento
y los dedos oscuros.
solo nos queda
el ataúd, el cadáver manchado
quizá un pájaro
o un archiduque
"volverás a la tierra"
cuando lo digamos
hoy es nueve del once
tal vez once del nueve
un blanco joven contento en arkansas
muerde los pechos de los inmigrantes
el día era hoy:
ya se han roto
los cristales.