los pequeños ruidos nos volvieron locos
porque eran insistentes y atrevidos
lo que nosotros nunca
así que nos conquistaron
los microondas las lavadoras
los grifos mal cerrados
clic clac los conocidos
incómodos bla bli
las cremalleras y algunos insectos:
los pequeños ruidos nos volvieron locos
porque eran el único sonido
de las casas en las que nos volvimos locos
porque los pequeños ruidos hablaban
del paso del tiempo insistente y
atrevido, las llaves y las uñas
los vecinos enredados en lucha
hermosa e insistente
como el tiempo o como los remordimientos
los remordimientos de los labios y de
la lenta desintegración de la piel amada
y el pavimento y los italianos.
así que nos conquistaron
mientras dormíamos en lucha hermosa
contra nosotros. Nunca
dormirás tranquilo mientras puedas
oírte respirar
pero
hay cierta
belleza insistente
en tu respiración lenta, enredada y molesta
como en un cd roto
o un niño de pecho
-el paso del tiempo
y el esplendor insistente
y molesto. Clac, clic.
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